ENCERRADA


Mírame sólo un momento,
no hables, no digas nada.
Me ha bastado un solo gesto,
para entender lo que pasa.

Ya no eres aquella estrella,
ya no hay brillo en tu mirada.
Y tu apariencia denota,
una increíble añoranza.

Tus manos tiemblan se escapan,
se enmudecen tus palabras.
Y el llanto amargo en tus ojos,
surca grietas en tu cara.

Ya no irradia tu sonrisa.
El miedo se hace constancia.
Has dejado de ser niña,
para sentirte enjaulada.

Has perdido tu alegría,
has olvidado tus ansias.
Y estás presa en un infierno,
que de amor vistió su cara.

-Melancolía-