Se me pierde la mirada,
buscando algún incentivo.
Un gesto, una palabra,
que pueda darme un sentido.
Se alargan las madrugadas.
Los días se tornan fríos.
Y sigo sin hallar la calma,
que tanto tiempo he querido.
Se abren heridas y llagas,
sobre mi rostro vencido.
Mi pecho ya no palpita.
Mi pensamiento es olvido.
Que angustia no sentir nada,
que triste saber que vivo.
Cuando la vida es amarga,
y vivir, es un castigo.
-Melancolía-
Cuantos poetas quisieran reposar en tu vacio, yo también me sumo aunque quede en el olvido. Uno que no se atreve, y sufre y llora contigo. Anónimo.
ResponderEliminarSiempre habrá alguien que te recordará, que aunque pase el tiempo tendrá grabado algo que tú sembraste en su ser. La vida es corta, muy corta, aunque a veces se haga eternamente dolorosa. Espero no sufras lo mismo que yo. Porque no se lo deseo a nadie. Un abrazo y gracias por tus palabras.
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