Cuando me duermo en tus brazos,
siento que el mundo se para.
Me inundan los sentimientos,
y los deseos me embriagan.
Cuando me duermo en tus brazos,
es tu pecho mi almohada.
Y su enérgico latido,
la más deliciosa nana.
Cuando me duermo en tus brazos,
es mi piel la que te tapa.
Con la ternura más grande,
con suavidad estremada.
Cuando me duermo en tus brazos,
son tus manos mi pijama.
Recorriendo cada poro,
con sutileza exaltada.
Cuando me duermo en tus brazos,
no quiero que haya mañana.
Tan solo seguir durmiendo,
entre tus brazos…. mi alma.
siento que el mundo se para.
Me inundan los sentimientos,
y los deseos me embriagan.
Cuando me duermo en tus brazos,
es tu pecho mi almohada.
Y su enérgico latido,
la más deliciosa nana.
Cuando me duermo en tus brazos,
es mi piel la que te tapa.
Con la ternura más grande,
con suavidad estremada.
Cuando me duermo en tus brazos,
son tus manos mi pijama.
Recorriendo cada poro,
con sutileza exaltada.
Cuando me duermo en tus brazos,
no quiero que haya mañana.
Tan solo seguir durmiendo,
entre tus brazos…. mi alma.
-Melancolía-
En este contexto, leer tu poesía aún desprendido de toda subjetividad, es un placer enorme, te felicito, un bello texto.
ResponderEliminarY ya te dije que el conjunto de todo lo publicado, es armonioso, coherente y artístico.
ResponderEliminarQuizá sea uno de los romances mas preciosos que he leído, amiga mía.
ResponderEliminarSencillamente hermoso.
Cada vez escribes mejor, cada vez logras que sienta en mi alma cuanto escribes.
Genial.
Abrazos y besos, para un alma enamorada.
y quien quiere un mañana ? para que desaparezcas de mis brazos ,no ,que no amanezca nunca .BESOS Y ABRAZOS DE SUEÑOS
ResponderEliminar