Tengo miedo a esa mirada,
que en mis pupilas se clava.
Tan fría como la nieve,
tan vacía como extraña.
Tengo miedo a tus palabras,
que suenan como amenazas.
Y lanzas tan insistente,
tan hirientes, tan profanas.
Tengo miedo a tus caricias,
que en mi piel saben a nada.
Y siento tan insensibles,
tan ásperas, tan amargas.
Tengo miedo a esa locura,
que me demuestras con rabia.
Cada vez que me posees,
sin mesura y con desgana.
que en mis pupilas se clava.
Tan fría como la nieve,
tan vacía como extraña.
Tengo miedo a tus palabras,
que suenan como amenazas.
Y lanzas tan insistente,
tan hirientes, tan profanas.
Tengo miedo a tus caricias,
que en mi piel saben a nada.
Y siento tan insensibles,
tan ásperas, tan amargas.
Tengo miedo a esa locura,
que me demuestras con rabia.
Cada vez que me posees,
sin mesura y con desgana.
-Melancolía-
Pese a la bella forma de expresar cómo sientes, es inevitable sentir tu dolor como propio. Hoy tus versos laceran mi alma, y encogen mi pecho.
ResponderEliminarVaya mi cálido abrazo, mi apoyo, mi amistad...
Besos.
Te quiero mucho amiga querida,
ResponderEliminarno temas, estoy allí, nada te ocurrirá...
Promesa de amistad que no te abandonará jamás.
Miles de besos.
Dolores