Ya no soy aquella niña,
que sonreía insistente.
Creyéndose ser princesa,
con un castillo, un príncipe.
Ya no creo en esas hadas,
que recogían mil dientes.
Prometiendo mil quimeras,
que nunca fueron, ni existen.
Ya no le cuento a la luna,
mis anhelos e inquietudes.
Ha dejado de ser bella,
tras unas oscuras nubes.
Ya no me siento con ganas,
ya nada vale, ni sirve.
He perdido todo y nada,
he olvidado ser alguien.
-Melancolía-
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