UN CONSUELO


Un adiós es como un ruego,
que gritas mirando al cielo.
Suplicando que se cumpla,
que te haga seguir durmiendo.

Es como un dulce camino,
una renuncia, un consuelo.
Para volver a ser libre,
para sonreír de nuevo.

Un adiós es el preludio,
de una amanecer de ensueño.
En donde todo se acaba,
y comienza un mundo nuevo.

Es lo que tanto esperaba,
es lo que tanto deseo.
Poderme marchar tranquila,
poder hacerlo durmiendo.

Un adiós es para siempre,
sin vuelta atrás ni retorno.
Una ida que no vuelve,
un escape, un consuelo.


-Melancolía-



No hay comentarios:

Publicar un comentario