Adiós a la luz del día,
adiós mi luna de noche.
Me disipo entre la niebla,
donde jamás él me encuentre.
Adiós a las madrugadas,
y bellos amaneceres.
Que no volverán ya nunca,
que jamás sabré que existen.
Adiós a las falsas letras,
y palabras que se dicen.
A todos esos te quieros,
que por el aire se extinguen.
Adiós a todos los sueños,
que durmiendo un día tuve.
Pues hoy estoy muy despierta,
y sé que jamás se cumplen.
adiós mi luna de noche.
Me disipo entre la niebla,
donde jamás él me encuentre.
Adiós a las madrugadas,
y bellos amaneceres.
Que no volverán ya nunca,
que jamás sabré que existen.
Adiós a las falsas letras,
y palabras que se dicen.
A todos esos te quieros,
que por el aire se extinguen.
Adiós a todos los sueños,
que durmiendo un día tuve.
Pues hoy estoy muy despierta,
y sé que jamás se cumplen.
-Melancolía-
Uy! Qué tristeza despiertan estos versos, amiga mía.
ResponderEliminarA pesar de todo, no dejes de soñar, Melancolía. Por favor.
Tus sueños, son los useños de muchos de los que te leemos.
Hasta la más amarga tristeza se viste de belleza y dulzura con tu poesía.
Abrazos y besos con cariño.
Que poema más triste y a la vez tan hermoso.
ResponderEliminarRealmente un placer estar en tu casa.
Un besito Rosario
adios a ese amor, pero busca entre la niebla el nuevo amenecer, el dia lleno de sol y al nuevo amor
ResponderEliminarsaluditos
precioso